Critical studies in higher education often embrace the ideas of the slowness movement to address time pressure. However, this desirable horizon presents some limitations. On the one hand, by emphasizing solutions at the individual level, boosting slowness may promote tactics incapable of producing changes to the underlying structural dynamics of time pressure. On the other hand, approaches based on slowness may also inadvertently foster a form of ethical paternalism within the context of ethical pluralism by prescribing substantive models of practice (...) ultimately based on ‘do this quickly or do it slowly.’ This theoretical research moves away from the temporal paradigm to that of the way of relating. Building upon the ethical concept of resonance, the approach focuses on a formal critique of the current socioeconomic and ethical dynamics of social acceleration, growth, and innovation that can contribute to projecting non-alienated relationships in higher education. (shrink)

Las críticas a la velocidad, al cambio continuo o al crecimiento han formado parte de muchos debates sobre la deslegitimación del turismo de los últimos tiempos. De manera más o menos explícita, a muchos de ellos les subyace una dimensión ética cuando sugieren que podría o debería desarrollarse de otra forma. Por lo tanto, es tarea de la ética del turismo reflexionar sobre ellas. No obstante, aunque esta ha ido adquiriendo una gran relevancia en los últimos tiempos, aún se trata (...) de una disciplina relativamente joven. Una de las tareas pendientes es la de superar las concepciones tradicionales y estáticas del turismo, porque, a diferencia de muchas actividades, es extraordinariamente heterogéneo, escurridizo y difícilmente controlable. Para avanzar hacia esa dirección, este número plantea un espacio de reflexión sobre la ética del turismo que toma en consideración una perspectiva analítica concreta: la aceleración social. (shrink)

Teniendo en cuenta que la filosofía es hija de la polis, a primera vista, el tema de la filosofía de la ciudad puede no revelar nada nuevo. De hecho, la filosofía y la ciudad cuentan una historia paralela. Es en el ágora, un espacio privilegiado para el ejercicio de la ciudadanía, donde la filosofía se desarrolla como debate de argumentos. Pero, aunque a lo largo de la historia las ciudades puedan reflejar un deseo civilizatorio, lo cierto es que la ciudad (...) contemporánea refleja muy poco de la realidad política de la polis, de la indiferenciación medieval entre lo público y lo privado o de la racionalidad normativa de la ciudad moderna. Las ciudades en el siglo xx, y especialmente en el siglo xxi, tienen que ver más con las relaciones sociales y económicas de la ciudad industrial y posindustrial. La progresiva mecanización del siglo xix y su extensión, en el siglo xx, a la automatización y a la digitalización, cambian definitivamente la forma en que nos relacionamos, pensamos y trabajamos —en resumen, cómo vivimos—. Con el establecimiento de un capitalismo de orden económico que afecta a todas las dimensiones de la vida de la ciudad, esta queda delimitada por el poder, revela las contradicciones de las sociedades urbanas diseñadas por los mercados y da lugar, según David Harvey, a la apropiación privada de la vida y los espacios. (shrink)